Habilidades de Diego Cocca como Entrenador Nacional.
Con la reciente convocatoria
que realiza el nuevo Director Técnico Nacional Diego Martín Coca se inicia
formalmente el camino competitivo al mundial 2026 donde México será cede y en
consecuencia no tendrá un proceso de eliminación como lo realizan las demás selecciones
para estar en este evento mundialista ya citado.
Mencionamos que se inicia el
proyecto porque ser entrenador de la selección nacional no es el mismo trabajo que
se tiene siendo Director Técnico de un equipo que cada semana debe enfrentar a
rival diferente. Un seleccionador nacional debe tener un plan de trabajo muy
claro para lograr objetivos competitivos, pero a su vez una perfecta planificación
en habilidades que debe manifestar. Entre ellas son:
Primero debe tener conocimientos
de métodos investigativos. Es muy importante el poder detectar a los
futbolistas con nacionalidad mexicana o que puedan tener la opción de elegir la
mexicanidad de todos los que se encuentren en las ligas afiliadas a FIFA del
mundo, pero no queda solo en ello, sino que dichos jugadores se encuentren en
una forma deportiva que les permita competir en un nivel de excelencia. Ya
detectados y ratificados en su forma competitiva observarlos para verificar si
sus cualidades pueden ser las adecuadas al sistema de juego o funciones que
requiere el Director Técnico, porque se da el caso que en un equipo de futbol
el entrenador trabaja con los elementos que la directiva le entrega, mientras
que para el seleccionador nacional es la idea técnico táctica la que impera para
que de ahí se parta a la elección de los jugadores nacionales. Además de la observación
propiciar diálogos personales para
encontrar el perfil humano que pueda abonar a su idea de ambiente de grupo, es
decir que cumpla con el perfil tal como lo realizaría un entrevistador de
recursos humanos para ocupar una vacante de trabajo.
Otra habilidad cognitiva que
requiere el Seleccionador Nacional es el diseñar planes de entrenamiento técnico,
táctico, físico y psicológico para cada uno de los jugadores electos teniendo
en cuenta los tiempos de competencia de dichos jugadores, altura, ritmo de vida,
tiempos de descanso, estilos de convivencia, nivel de participación en sus
equipos, pero además planes de comunicación y retroalimentación en los reportes
enviados por esos jugadores al seleccionador nacional. Tambien debe de tener la
capacidad de convertir esos reportes en información cualitativa que le indique
el como se encuentran y si los procesos e ideas técnico – tácticas se van
comprendiendo para que las concentraciones sean muy enfocadas a trabajos
altamente tácticos y psicológicos.
Debe manejar un alto sentido
de progresividad porque al no tener por tiempo completo a sus jugadores, las
sesiones de entrenamiento deben de manejar cierta complejidad táctica para que los
futbolistas con los conceptos ya entendidos previamente desarrollen y aplique
las habilidades con su talento personal a las soluciones que la misma
competencia les presente.
El entrenador de la selección al
hacer el análisis del rival debe compartir la información con anticipación (casi
a la par en que se da la lista de convocados) un informe de las estrategias del
rival con que se va a competir para que los seleccionado no solo trabajen en los
factores de rendimiento, sino para que piensen los posibles obstáculos y respuestas
tácticas que el propio futbolista podrá tomar aplicando su talento personal.
Vamos sumando que en estas
primeras etapas el dialogo debe ser muy sincero hacia los jugadores además de
relacionarse desde el marco de la disciplina, pero con una convivencia
proactiva, debido a que en una selección los jugadores son convocados y tienen
un equipo de futbol que los respalda, mientras que en un equipo de futbol única
y exclusivamente es el rendimiento deportivo quien los mantiene en ello.
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