jueves, 2 de marzo de 2023

Habilidades de Diego Cocca como Entrenador Nacional.


 

Con la reciente convocatoria que realiza el nuevo Director Técnico Nacional Diego Martín Coca se inicia formalmente el camino competitivo al mundial 2026 donde México será cede y en consecuencia no tendrá un proceso de eliminación como lo realizan las demás selecciones para estar en este evento mundialista ya citado.

Mencionamos que se inicia el proyecto porque ser entrenador de la selección nacional no es el mismo trabajo que se tiene siendo Director Técnico de un equipo que cada semana debe enfrentar a rival diferente. Un seleccionador nacional debe tener un plan de trabajo muy claro para lograr objetivos competitivos, pero a su vez una perfecta planificación en habilidades que debe manifestar. Entre ellas son:

Primero debe tener conocimientos de métodos investigativos. Es muy importante el poder detectar a los futbolistas con nacionalidad mexicana o que puedan tener la opción de elegir la mexicanidad de todos los que se encuentren en las ligas afiliadas a FIFA del mundo, pero no queda solo en ello, sino que dichos jugadores se encuentren en una forma deportiva que les permita competir en un nivel de excelencia. Ya detectados y ratificados en su forma competitiva observarlos para verificar si sus cualidades pueden ser las adecuadas al sistema de juego o funciones que requiere el Director Técnico, porque se da el caso que en un equipo de futbol el entrenador trabaja con los elementos que la directiva le entrega, mientras que para el seleccionador nacional es la idea técnico táctica la que impera para que de ahí se parta a la elección de los jugadores nacionales. Además de la observación  propiciar diálogos personales para encontrar el perfil humano que pueda abonar a su idea de ambiente de grupo, es decir que cumpla con el perfil tal como lo realizaría un entrevistador de recursos humanos para ocupar una vacante de trabajo.

Otra habilidad cognitiva que requiere el Seleccionador Nacional es el diseñar planes de entrenamiento técnico, táctico, físico y psicológico para cada uno de los jugadores electos teniendo en cuenta los tiempos de competencia de dichos jugadores, altura, ritmo de vida, tiempos de descanso, estilos de convivencia, nivel de participación en sus equipos, pero además planes de comunicación y retroalimentación en los reportes enviados por esos jugadores al seleccionador nacional. Tambien debe de tener la capacidad de convertir esos reportes en información cualitativa que le indique el como se encuentran y si los procesos e ideas técnico – tácticas se van comprendiendo para que las concentraciones sean muy enfocadas a trabajos altamente tácticos y psicológicos.

Debe manejar un alto sentido de progresividad porque al no tener por tiempo completo a sus jugadores, las sesiones de entrenamiento deben de manejar cierta complejidad táctica para que los futbolistas con los conceptos ya entendidos previamente desarrollen y aplique las habilidades con su talento personal a las soluciones que la misma competencia les presente.

El entrenador de la selección al hacer el análisis del rival debe compartir la información con anticipación (casi a la par en que se da la lista de convocados) un informe de las estrategias del rival con que se va a competir para que los seleccionado no solo trabajen en los factores de rendimiento, sino para que piensen los posibles obstáculos y respuestas tácticas que el propio futbolista podrá tomar aplicando su talento personal.

Vamos sumando que en estas primeras etapas el dialogo debe ser muy sincero hacia los jugadores además de relacionarse desde el marco de la disciplina, pero con una convivencia proactiva, debido a que en una selección los jugadores son convocados y tienen un equipo de futbol que los respalda, mientras que en un equipo de futbol única y exclusivamente es el rendimiento deportivo quien los mantiene en ello.

 

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