jueves, 5 de enero de 2012

GRITO DE AMENAZA O GRITO DE OPORTUNIDAD



He dedicado casi 20 años a asesorar deportistas, tallerístas y muchos alumnos de la Escuela Superior de Deportes así como de la Escuela Nacional de Directores Técnicos en Fútbol a que básicamente "corran hacia sus miedos" y atrapen esas emociones. Invito a mis asesorados y alumnos a que sueñen, a que brillen y se atrevan por que, para mi, una vida plenamente consiste en hacer lo posible por alcanzar lo más alto y dar lo mejor de uno. Y opino, la persona que más aspectos vive es la que acaba por ganar. La mayor parte del tiempo soy el dispuesto a visitar lugares que me dan miedo y hacer las cosas que me incomodad (tender ropa, jajajaja), pero hace poco no fué así.



Me encontraba en casa, preparando una conferencia para un congreso en la Ciudad de México y olvide algo en la parte baja de casa, al bajar la escalera, pues sí, caí en un dos por tres; me había lesionado el cóxis, algunas vertebras lumbares y unos tremendos golpes en tejido blando. En el hospital me di cuenta que no he vivido todo lo que he soñado.



Con el acontecimiento anterior comprendí que todos los días, la vida nos da tremendo gritos. Nuestro destino quedará a la postre definido por la manera en que respondas ante tales gritos. Apartándonos de los gritos por interpretarlos que son de miedo, y tu vida será poca cosa. Si se siente el miedo y aun así corres hacia esos gritos tu vida será algo grande. La vida es demasiado corta para que nos quedemos cortos. Incluso con tus hijos (o si eres entrenador) sólo tienes una pequeña oportunidad para ayudarlos a que se desarrollen y llevarlos a su máximo potencial, para mostrarle lo que significa una actitud incondicional.



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